lunes, 14 de enero de 2013

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Me gustaría empezar la semana con una reflexión que nos pueda servir a todos. 
A veces el mundo se para una vez y debemos seguir adelante, continuar el camino, porque no queda otro remedio. Cuando el mundo se para dos veces, injustamente, cruelmente, es más difícil seguir caminando, pero sigue sin quedar otro remedio. Eso sí, es obligatorio parar, gritar, llorar y recargar fuerzas para decir que tenemos que continuar, que no existe la mala suerte, que todos estamos en el bombo de la vida y que por ello tenemos que vivir viviendo. 

La felicidad no está en el mañana, no es un fin, debe ser un camino, con muchos baches, cuestas y a veces bajadas en bicicleta pero no una meta. Vive el hoy disfrutando cada momento, saboreando cada trago. Vive como tú quieras vivir y no como te digan los demás. Jamás pienses que ere mejor que los demás, que eres invencible ,porque no lo eres, pero nunca jamás te creas peor. Tú eres tú y no hay nadie igual, solamente vive tu vida, exprímela despacio y aprovéchala porque el mañana de ayer es el hoy. 


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